Monday, October 30, 2006

Manuel Murillo Toro


Uno de los personajes de la Historia de Colombia que me resultan de mayor interés es el del Ilustre Chaparraluno Manuel Murillo Toro (1816-1880).

Invito a todos los interesados en indagar sobre este hombre colombiano de talante universal y de origen tolimense, para que dejen en estos espacios sus notas, observaciones, comentarios, con el objeto de que vamos aprendiendo a valorar la Historia de Colombia.

3 Comments:

Blogger carlos.ortiz said...

Seguro Maria Eugenia!
Manuel Murillo Toro, Dario Echandía, Elkin Patarroyo y otros notables personajes de la historia de la cultura colombiana nacieron en esta tierra de vaqueros tolimenses.
Todos ellos son razones para estar orgullosos y seguir sus ejemplos.
Un abrazo
Carlos

2:30 PM  
Blogger María del Carmen Moreno Vélez said...

¿Sabemos que Manuel Murillo Toro fue abanderado de la libertad de expresión durantes el Siglo XIX?

Para el ejercicio de la libertad de expresión fundo y colaboró con diferentes medios escritos. Entre ellos: La Gaceta Mercantil y El Tiempo

Hay mucho por conocer sobre este personaje.

Saludos, María del Carmen Moreno Vélez

1:40 PM  
Blogger María del Carmen Moreno Vélez said...

Manuel Murillo Toro: la libertad política
Enviado el Martes, 18 julio del 2006 a las 14:03:13 por CIDAN

En: http://www.cooperacioninternacional.com/modules.php?name=News&file=article&sid=8590


Manuel Murillo Toro: la libertad política
María del Carmen Moreno Vélez
Profesora Universidad de Ibagué



"La centralización y el despotismo nacieron el mismo día,
y con ellos la miseria e ignorancia de las multitudes"
Manuel Murillo Toro (10-04-1864)


El 20 de julio de 1810, el "Grito de Independencia" marcó un hito en la construcción de la República de Colombia. Los criollos recorrieron caminos dramáticos en la lucha por las libertades políticas: Manuela Beltrán, Galán, Nariño, Torres, Caldas, entre otros, son precursores del estimado "Grito". La Novela "No todos llegaron aquel viernes", de Ortiz Vidales, recrea el ambiente preparatorio para el acontecimiento, dando cuenta de la incidencia de las ideas de la Ilustración que se manifiestan en hechos militares, políticos, socioeconómicos, culturales e ideológicos en 30 años de nuestra historia: 1780 a 1810. Por la ambición del Imperio español se fraguaron movimientos similares que estallaron en Quito el 10 de agosto de 1809; en Caracas el 19 de abril, en Buenos Aires el 22 de mayo, en Bogotá el 20 de julio y en Chile el 28 de septiembre de 1810. El 7 de agosto de 1819 "quedó sellada nuestra Independencia"; sin embargo, no hemos logrado la libertad.


La empresa de la libertad americana avanza desde la Declaración de Independencia de los EEUU en 1776, la Revolución de los Comuneros en 1781 y el reconocimiento de la Declaración Francesa en 1789, sustentadas por criterios democráticos que enuncian las garantías individuales, hasta nuestros días. En aquellas concepciones se establece que: "el orden, el derecho común y la justicia deben reemplazar la anarquía, los privilegios y la arbitrariedad". (Rafael Uribe Uribe). Hoy todavía tenemos comportamientos dependientes que muestran relaciones coloniales, particularmente en nuestras relaciones con Estados Unidos. Nuestra realidad sobre el trabajo, la productividad, los mercados, lejos de fortalecer nuestra economía para la autonomía, nos mantiene en relaciones dependientes en alto grado. En la empresa libertaria debemos comprometernos quienes nos interesamos en la democracia y para eso, es útil reconocer la historia.

Es importante estudiar la figura de Manuel Murillo Toro, primer presidente civil, elegido dos veces a la Presidencia de la República. En 1872 organizó la primera celebración del 20 de Julio.

Durante sus mandatos fue escrupulosamente leal con sus ideas acerca de la libertad de oposición y crítica, según lo reseñan varios historiadores. Cultivó las facultades de la comunicación a través de la palabra, pues su espíritu reflexivo consideró fundamental el uso de la lengua para expresarse con libertad. En sus pronunciamientos habló de la "humanidad", vocablo que implicaba internacionalismo. Nunca perdió de vista la importancia de las relaciones exteriores. En el discurso de posesión del 10 de abril de 1864 dijo, entre otras cosas: "Prométome que, llenando con puntualidad nuestros deberes y cultivando con franqueza y caballerosidad la amistad de los otros pueblos; modestos e independientes, sin preferencias ni alianzas que encadenen nuestra política, alcanzaremos respeto y simpatía. La consideración de las grandes hacia las pequeñas naciones se va desenvolviendo a medida que la civilización viene poniendo en evidencia la medida preconstruida e inexorable de los intereses generales y la no menos inexorable sanción que castiga si no como delitos, sí como faltas las violaciones a la ley natural". Leemos a Murillo y nos cuestionamos sobre la seriedad que el Gobierno Uribe le pone a las relaciones internacionales. Los recientes hechos en relación con las representaciones diplomáticas ante Francia y EEUU, nos recuerdan la forma cómo ha asumido este gobierno esas relaciones fundamentales para la vida de Colombia en el marco de las naciones y de los mercados. Se destaca de su labor en la Presidencia, sus esfuerzos por sanear la deuda externa.

Murillo Toro fundó varios periódicos y escribió en diferentes medios, altamente comprometidos con la consolidación de la democracia y la construcción de la Nación. Como periodista empleaba el lenguaje que comprenden las multitudes. Jorge Mario Eastman advierte en él "la plausible tendencia a la economía verbal. Su pluma obedecía a un objetivo absoluto: persuadir con presteza"

Siempre se le reconoce su intervención en: la abolición de la esclavitud y del cadalso; la secularización del Estado y de la vida civil; la libertad de imprenta, de palabra, de conciencia y de cultos; la extinción de los monopolios, la abolición de los fueros; la fundación del Diario Oficial; el impulso a la instrucción popular; la introducción del telégrafo; la iniciación de los ferrocarriles; el establecimiento del juicio por jurados en las causas criminales; entre muchos otros actos.


¡Tenemos maestros de quienes debemos aprender! Es preciso reconocer el valor de sus obras. Estudiémoslos.

6:57 AM  

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